Hoy paises latino americanos como México, Venezuela, Argentina, Colombia, Brazil entre otros, sufren la venta y uso indiscriminado de estos polímeros carentes de toda regulación sanitaria.
Actualmente los cirujanos plásticos reciben innumerables personas que buscaron mejorar su apariencia con pseudo médicos, esteticistas y demás charlatanes de la cirugía estética que aplican indiscriminadamente estos polimeros y que ahora lucen deformidades, en rostro, glúteos, senos, piernas y demás zonas del cuerpo, sin contar los casos donde las complicaciones llegaron a ser letales.
Debido a esto muchos cirujanos plásticos convertidos en luchadores contra los biopolimeros, reciben casos dramáticos, donde los granulomas endurecidos, han migrado de parpados a cejas, frente, pómulos, incluso inyectados en los labios vaginales, con graves consecuencias en la vida intima de las paciente. Nos advierten: “personas inescrupulosas, sabiendo estas consecuencias contra la salud, han querido enmascarar el nombre del biopolimero con otros nombres: células expansivas, metacril, polimetril, ppma, biofil. Lo enmascaran con cualquier nombre. Te colocan biopolimeros en glúteos y diversas partes del cuerpo, prometiendo resultados para toda la vida y a precios sumamente bajos, aún sabiendo de los riesgos las inyectan y te genera al mediano o largo plazo un efecto abultado y enrojecido, con migración, inflamación crónica y reacciónes granulomatosas”.
A diferencia del ácido hialurónico, único producto hasta ahora aprobado por médicos cirujanos plásticos estéticos y reconstructivos, los biopolímeros no se reabsorben y cuando los intentas extraer ocurre una reacción a cuerpo extraño causando un efecto devastador: “los pacientes comienzan a presentar signos de acné noduloquístico, pústulas, que habitualmente no lo relacionan con su aplicación porque fue hace 15 años, 10 años o 7 años”
En caso de que usted decida colocarse rellenos faciales, acuda con un cirujano plástico certificado. El ácido hialurónico viene en ampollas selladas esterilizadas y precargadas con el liquido, a diferencia de los biopolimeros que están almacenados en envases similares al de la solución fisiológica o a los frascos de los anestésicos locales, que pueden ser usados en varias ocasiones.
Recuerde que la salud no tiene precio y lo barato puede salir muy caro, afectando nuestra imagen, auto estima y dejando secuelas irreparables por esta aplicación criminal de polímeros o substancias de relleno no autorizadas.
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